Las famosas espinacas, consumidas por “Popeye”, realmente tienen un impacto positivo en nuestra salud. Al igual que otros vegetales de color verde oscuro, nos proveen varios micronutrientes (vitaminas y minerales) indispensables con un contenido energético bajo. A continuación te mostramos el aporte aproximado de 3 tazas de espinaca cruda o ½ taza cocida según los requerimientos de los nutrientes:
El aporte de Vitamina C es mayor en la espinaca cruda (31% de las necesidades diarias) debido a que esta vitamina es soluble en agua y sensible a la temperatura, de manera que entre más tiempo esté la espinaca en contacto con el agua y entre más calor reciba, menor será su contenido de Vitamina C.
Sin embargo, tanto la espinaca cruda como la cocida son fuente de todos los micronutrientes mostrados, por lo que te recomendamos consumirla de ambas formas para obtener todos sus beneficios, dentro de los cuales también se incluye el aporte de fibra; pero eso sí, ¡cocínala por poco tiempo!
Gracias a su gran cantidad de Vitamina K, colabora en la coagulación sanguínea, y por ser muy buena fuente de Vitamina A, favorece la vista y previene la ceguera nocturna.
La espinaca también es conocida por su aporte de ácido fólico y hierro, nutrientes necesarios para la prevención y el tratamiento de varios tipos de anemia; sin embargo, este hierro es de difícil absorción, por lo que se recomienda consumirla junto con otros alimentos fuente de Vitamina C como los cítricos, y evitar mezclarla con lácteos (si preparas crema de espinaca con leche el calcio inhibirá la absorción del hierro).
Además de los beneficios mencionados, se debe destacar la acción antioxidante y anticancerígena de los flavonoides y carotenos de la espinaca.